De Tratados y Comprensión Lectora.

Durante el primer año de gobierno, el presidente Alan García se ha ocupado obsesivamente de lograr que se apruebe el TLC (tratado de libre comercio) con Estados Unidos y que se reformule el SNIP (sistema nacional de inversión pública) en lo que sea obstáculo para el gasto oportuno de los recursos públicos. Ha llevado los temas a infinidad de sesiones del gabinete y sectoriales buscando caminos para lograr el objetivo. Para el TLC inclusive convocó a Hernando de Soto, a FOZ (nombrado embajador en EEUU), a David Lemor como enviado especial, etc. El SNIP fue objeto de cambios normativos, reformulación de plazos, topes para los proyectos, colocación de oficinas desconcentradas, etc. Ministros ajenos al tema opinaban sobre el TLC y el SNIP como si fueran temas de su propio sector. Todos estaban involucrados en llegar al final feliz. Esto ejemplifica cómo cuando el presidente García se compromete a fondo y empuja a todos los actores, finalmente suele lograr sus objetivos. Me pregunto, ¿por qué no hace algo similar con la comprensión lectora de los escolares? El presidente García anunció el 28 de julio que para el 2011 espera que el 30% de alumnos de primaria comprendan lo que leen (levantando el actual 15% promedio). Es decir, acepta como inevitable el hecho de que siete de cada 10 alumnos que estudian 1,300 horas de lenguaje en los seis años de primaria, la terminen sin comprender lo que leen. ¿Tiene esto algún sentido? ¿Entonces, para qué van los alumnos al colegio durante seis años, si al concluirlo el 70% serán analfabetos funcionales? Imaginemos por un momento que Alan García asumiese que lograr el 100% de comprensión lectora en los alumnos de primaria fuera tan importante como firmar el TLC con EEUU o reconvertir el SNIP. Imaginemos que Alan García llevara a todas las sesiones del Consejo de Ministros el tema de “comprensión lectora 100%”, que movilizara a todos sus ministros para que empujen y monitoreen el tema en todos los departamentos, que pusiera a Hernando de Soto o a FOZ a cargo de ese proyecto, que les dijera a los encargados “no me importa lo que cueste, pero tenemos que lograrlo”. ¿No se lograría mucho más que esa modestísima meta del 30% de éxito en la comprensión lectora de los egresados de primaria? Este es el diagnóstico de la educación peruana. 30% del SNIP no sirve. 30% del TLC no sirve. Pero 30% de comprensión lectora no le quita el sueño al gobierno.

Fuente:
León Trahtemberg